Lucena es otro de los pueblos de Córdoba más bonitos que también destaca por su patrimonio histórico, arquitectura y cultura. La ciudad se localiza a 67 kilómetros de Córdoba capital, y cuenta con una población aproximada de 43.000 habitantes.
Es perfecta tanto si planeas unas vacaciones por Andalucía, como si solo deseas pasar un fin de semana en la ciudad. Hay muchas actividades para hacer, e infinidad de lugares interesantes por conocer.
Atractivos turísticos de Lucena
Cabe mencionar que el clima en Lucena es muy similar al que predomina en la provincia de Córdoba. Es decir, te encontrarás con temporadas secas y húmedas, con temperaturas medias de 22° en primavera, y 10° en invierno.
Por lo tanto, no olvides llevar ropa adecuada en función de la época del año en que visites esta ciudad. A continuación te compartimos nuestras recomendaciones de lugares de interés en Lucena:
Castillo del Moral
Es una de las edificaciones más representativas de Lucena, que hoy en día está convertido en un museo. Se trata de una fortaleza militar, ubicada en el centro histórico de la ciudad, a poca distancia de la Iglesia de San Mateo.
Su construcción se remonta a la época del Imperio almohade en 1148. Destaca por estar rodeado en su totalidad, por una muralla defensiva, aunque en realidad su elemento más relevante es la Torre del Moral.
Dicha torre tiene una gran relevancia histórica, ya que aquí se mantuvo encarcelado a Boabdil, el último de los sultanes del reino nazarí de Granada. En la actualidad el Castillo del Moral alberga el Museo Arqueológico y Etnológico de Lucena.
Necrópolis judía
La Necrópolis judía de Lucena es uno de los yacimientos más importantes, y uno de los mejor conservados de toda Europa. Se trata de un yacimiento funerario que se extiende por una superficie de aproximadamente 3.700 m2.
Dicho yacimiento fue descubierto en el año 2006, y poco después fueron encontradas 346 tumbas, la mayoría de las cuales tenían restos humanos. En la actualidad, el yacimiento está abierto al público, y los visitantes pueden aprender un poco más sobre los diferentes métodos de enterramiento, e incluso hay paneles informativos.
Palacio de los condes de Santa Ana
Otro de los sitios de interés de Lucena es el Palacio de los Condes de Santa Ana. Se localiza en el casco histórico de la ciudad, y en la actualidad se le considera uno de los ejemplos arquitectónicos más importantes del siglo XVIII.
En el interior del palacio se encuentra el Centro de Interpretación de Lucerna, lugar donde se exhibe la estatua de un Eros de mármol dormido del siglo II. El palacio destaca por su fachada de dos cuerpos alargada, y los diferentes motivos ornamentales que contribuyen con su belleza.
Iglesia de San Mateo
Esta iglesia fue construida a principios del siglo XVI, y se le considera la iglesia mejor conservada de esa época. Más tarde, durante el siglo XVII, se construyó la capilla del Sagrario, de estilo barroco andaluz, y que igualmente destaca por su belleza arquitectónica.
En el interior de la iglesia se encuentran tres naves que terminan en la cabecera, donde también hay capillas de diseño cuadrangular cubiertas por bóvedas de nervaduras.
Por su parte, en el exterior destaca el campanario de la iglesia, cuyo diseño de prisma delgado es coronado por un chapitel a cuatro aguas.
Antiguo Hospital de San Juan de Dios
Se trata de un conjunto arquitectónico que fue construido durante el siglo XVIII. Se le considera una representación sobresaliente del estilo arquitectónico barroco lucentino, y de la Orden Hospitalaria.
Hoy en día este edificio alberga una residencia de ancianos, pero desde 2006 está declarado como Bien de Interés Cultural. Cabe señalar que el hospital fue construido en torno a un patio de diseño cuadrangular, donde destacan unas galerías perimetrales.
En el exterior lo que más destaca es la portada principal, adosada a la fachada de la iglesia. Aquí también se encuentra una torre hecha de ladrillo con chapitel piramidal.
Alfar romano de los Tejares
Se trata de un yacimiento arqueológico que se localiza a únicamente dos kilómetros de Lucena. Se le considera la fábrica de cerámica romana mejor conservada, y la de mayor tamaño de toda la península ibérica. Alcanzó su esplendor entre los siglos I y II, en cuya época se utilizaban siete hornos de diferentes formas y tamaños. El yacimiento también cuenta con una nave que era utilizada como almacén y zona de presecado